The Early Childhood Special Education Program serves children three to five years of age with special education needs. These children have identified developmental delays or disabilities in one or more of the following areas: speech and language, social-emotional, motor, or intellectual. Children are referred to the program by their parents, pediatricians, or outside agencies who request screening and assessment. A case study evaluation is completed, and an individualized educational plan is developed with the parents. Services for children with disabilities are mandated at age three and are initiated as soon as possible following the assessment process. The program provides appropriate early education by attending to the needs of individual children in a secure, accepting environment.

Because parents are the most significant factor in a child's educational success, it is essential that parents and school specialists work together as a team to plan for the child's educational program. Each member of the team approaches the child's unique needs with special expertise which is integrated into the goals and objectives established for each child.

The Individualized Educational Plan (IEP) is regularly updated, and each child's program is continuously monitored for necessary revisions. In most classrooms, children are included with typically developing peers. Support services are integrated within the classrooms. The child's learning is seen as a dynamic process where the child is an active explorer and initiator. The classroom provides opportunities for interaction and group activities tailored to the individual needs of each child and designed to enhance overall development.

Programa de Educación Especial para la Primera Infancia

El Programa de Educación Especial para la Primera Infancia atiende a niños de tres a cinco años de edad con necesidades de educación especial. Estos niños han identificado atrasos en el desarrollo o discapacidades en una o más de las siguientes áreas: habla y lenguaje, socio-emocional, motor o intelectual. Los niños son recomendados al programa por sus padres, pediatras o agencias externas que solicitan un examen y una evaluación. Se realiza una evaluación del caso y se desarrolla un plan educativo individualizado con los padres. Los servicios para niños con discapacidades son obligatorios a la edad de tres años y se inician lo antes posible tras el proceso de evaluación. El programa proporciona una educación temprana adecuada respondiendo a las necesidades de cada niño en un entorno seguro y acogedor.

Dado que los padres son el factor más importante para el éxito educativo del niño, es esencial que los padres y los especialistas de la escuela trabajen juntos como un equipo para planificar el programa educativo del niño. Cada miembro del equipo aborda las necesidades únicas del niño con una experiencia especial que se integra en las metas y objetivos establecidos para cada niño.

El Plan Educativo Individualizado (IEP, por sus siglas en inglés) se actualiza periódicamente y el programa de cada niño se supervisa continuamente para realizar las revisiones necesarias. En la mayoría de las aulas, los niños están incluidos con compañeros de desarrollo típico. Los servicios de apoyo están integrados en las aulas. El aprendizaje del niño se considera un proceso dinámico en el que el niño es un explorador e iniciador activo. El aula ofrece oportunidades de interacción y actividades de grupo adaptadas a las necesidades individuales de cada niño y diseñadas para mejorar el desarrollo general.